Santiago Ramón y Cajal (1853-1934)
Nació en Petilla de Aragón, el 1 de mayo de 1852.
Murió en Madrid, el 17 de octubre de 1934.
Entre el niño rebelde y vital, aficionado del dibujo, y el adulto circunspecto que recibía el merecidísimo Nobel de Medicina, hay una historia de madurez, estudio, inteligencia, pero sobre todo de pasión.
La carrera de medicina que cursó en Zaragoza, le llevó a Valencia, a Barcelona y a Madrid, ciudades en las que realizó su doctorado, sus descubrimientos, y también a Cuba, a la guerra. Se adentró en el "jardín de la neurobiología", que según sus propias palabras "brinda al espectador espectáculos cautivadores y emociones artísticas incomparables".
El año 1887, Ramón y Cajal sintió la fascinación por las técnicas de Golgi, y comenzó una investigación sobre el sistema nervioso que culminó en 1888, su "año cumbre". Descubrió los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas de la materia gris del sistema nervioso cerebroespinal.
Al año siguiente, en Berlín, en el Congreso de la Sociedad Anatómica Alemana, la "doctrina de la neurona" fue aceptada.
Su contribución a la humanidad tenía que terminar frente al rey sueco, compartiendo el Nobel con C.Golgi, en 1906. Antes había recibido la Medalla Helmholtz, el Premio Nacional de Moscú, y fue nombrado doctor honoris causa en la universidades de Clark, Boston, La Sorbona y Cambridge.
Por encima de los galardones, sus descibrimientos cambiaron para siempre la neurobiología. Y ayudaron también a sacudirse los prejuicios del ciudadano medio, que veía la ciencia como algo muy muy lejano. "Al carro de la cultura española le falta la rueda de la ciencia" proclamaba Santiago Ramón y Cajal. Se esforzó en crear escuela y formó a discípulos que continuaron contribuyendo a nuevos descubrimientos.
Murió en Madrid, el 17 de octubre de 1934.
Entre el niño rebelde y vital, aficionado del dibujo, y el adulto circunspecto que recibía el merecidísimo Nobel de Medicina, hay una historia de madurez, estudio, inteligencia, pero sobre todo de pasión.
La carrera de medicina que cursó en Zaragoza, le llevó a Valencia, a Barcelona y a Madrid, ciudades en las que realizó su doctorado, sus descubrimientos, y también a Cuba, a la guerra. Se adentró en el "jardín de la neurobiología", que según sus propias palabras "brinda al espectador espectáculos cautivadores y emociones artísticas incomparables".
El año 1887, Ramón y Cajal sintió la fascinación por las técnicas de Golgi, y comenzó una investigación sobre el sistema nervioso que culminó en 1888, su "año cumbre". Descubrió los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas de la materia gris del sistema nervioso cerebroespinal.
Al año siguiente, en Berlín, en el Congreso de la Sociedad Anatómica Alemana, la "doctrina de la neurona" fue aceptada.
Su contribución a la humanidad tenía que terminar frente al rey sueco, compartiendo el Nobel con C.Golgi, en 1906. Antes había recibido la Medalla Helmholtz, el Premio Nacional de Moscú, y fue nombrado doctor honoris causa en la universidades de Clark, Boston, La Sorbona y Cambridge.
Por encima de los galardones, sus descibrimientos cambiaron para siempre la neurobiología. Y ayudaron también a sacudirse los prejuicios del ciudadano medio, que veía la ciencia como algo muy muy lejano. "Al carro de la cultura española le falta la rueda de la ciencia" proclamaba Santiago Ramón y Cajal. Se esforzó en crear escuela y formó a discípulos que continuaron contribuyendo a nuevos descubrimientos.